Muchos se habían puesto de acuerdo a través de las redes sociales, de las páginas playeras de internet o del boca a boca. Había que aprovechar una de las mareas más bajas del año y cientos de personas se dieron cita en las canteras poco antes de la bajamar. Como paso previo, y voluntario, una explicación sobre cómo funciona esta playa.
Y luego, la excursión a la barra. A donde no siempre se puede ir andando. Toda una peregrinación para los devotos de esta playa.
La barra nunca se había visto tan llena. Fotos y vídeos con el móvil. Y también algún baño, claro. Las cosas se ven distintas desde allí.
Y mirando al cielo, la explicación de una marea tan baja. Una enorme y espectacular luna que, en combiación con el sol, nos deja este fenómeno natural.